Tuesday, December 08, 2009

Garada K7 Jumbo Machine – Santo grial

Como ya mencioné anteriormente en este artículo, dentro de la colección de robots japoneses de metal, está ampliamente aceptado por la mayoría de los coleccionistas el Tetsujin 28 DX de Godaikin/Chokinzoku como la pieza que puede considerarse como el santo grial. Pero en los robots tipo Jumbo Machinder (figuras de plástico de 24” pulgadas de altura aproximadamente), la historia es otra. No existe ninguna pieza que pueda superar a la leyenda del Garada K7.
La historia de su fabricación
Los Jumbo Machinders (jumbo, de ahora en adelante) fueron producidos por primera vez en 1973, con Mazinger Z a la cabeza de un “line-up” que solamente incluía personajes heroicos como Gran Mazinger, Gaiking y Getter Robo. Uno de los rasgos más representativos de esta colección de robots es la ausencia casi total de villanos, de personajes malvados enemigos, producidos en números masivos. Originalmente, los villanos jumbo fueron concebidos por Popy como figuras de exhibición (“store display”) para las vitrinas de las tiendas que vendían los jumbo de Mazinger y compañía. Pero al ver que los compradores mostraban interés en estas figuras, decidieron producirlas en masa, aunque en números muy reducidos. Los villanos jumbo fueron producidos en dos series, mezclando personajes tanto de Mazinger Z como de Kamen Rider. La primera serie incluía a Dabulas M2 (Mazinger Z), Kingdan X10 (Mazinger Z), Kame Bazooka (Kamen Rider) y Hasami Jaguar (Kamen Rider); mientras que la segunda constaba de Garada K7 (Mazinger Z), Rokuron Q9 (Mazinger Z), Green Ghost C3 (Mazinger Z), Spartan K5 (Mazinger Z), Taihou Buffalo (Kamen Rider), Lenzari (Kamen Rider). Pero a pesar de que todos estos villanos son difíciles de conseguir, ninguno iguala a Garada en dificultad.
Garada K7 es uno de los villanos más conocidos de Mazinger, y aparece en la presentación de cada uno de los capítulos, por lo que, a pesar de su popularidad, la única razón para haber sido producido en tan pocas cantidades es por su aspecto “amenazador”. Además, si se toma en cuenta que en Japón el espacio de las viviendas es muy reducido, muchas veces estos juguetes tan grandes terminaban en la basura. Al ser concebidos en un principio como figuras de exhibición entregados a las tiendas, para ser mostrados en sus vitrinas, la primera serie de villanos, a diferencia de la segunda, no incluye ningún tipo de mecanismo de disparo (“gimmick”) o accesorio. Con el paso de los años, poco a poco y en muy pocas cantidades, comenzaron a surgir a la luz pública ejemplares de la serie de villanos fabricada por Popy. Debido a esto, durante mucho tiempo no llegó a saberse con certeza si Garada K7 fue realmente producido o no. A diferencia de las figuras heroicas que miden 24” pulgadas de altura, los villanos miden apenas 18” pulgadas y son fabricados en vinil, en vez del tradicional polietileno de los jumbo. La primera serie de figuras era distribuida en una caja de cartón marrón individualizada para cada personaje, pero para la segunda serie, Popy optó por una caja genérica a todo color con una foto de todos los villanos. Las figuras de esta foto eran todas prototipos.Su historia reciente
Hasta 1999, la comunidad de coleccionistas estaba casi segura de que Garada nunca fue fabricado, y que no paso de la etapa de prototipo. Solamente se conocían dos fotografías, ambas de prototipos: la foto de la caja de la segunda serie de villanos y una extraña fotografía en blanco y negro aparecida en una revista japonesa de la época:
En el año 1998, la empresa Unifive, una efímera empresa subsidiaria de Bandai, es encargada de fabricar reediciones de Jumbo Machinders, y decide incluir dentro de su “line-up” una reedición del supuesto Garada K7 original. El gran problema era que, para ese momento, sólo se tenían las 2 imágenes de los prototipos. UniFive sacó entonces a la venta el primer jumbo de Garada K7 en más de 25 años.
Todo el mundo estaba contento, aunque la alegría duró muy poco tiempo. En 1999, una foto de Garada K7 llegó a las manos de los coleccionistas. Era la foto de un ejemplar real, no un prototipo, perteneciente a la colección de un misterioso coleccionista japonés.
La foto corrió de mano en mano, algo así como “el primo del hermano de un amigo de un amigo conoce a alguien que lo tiene”. Era casi como la foto borrosa de pie grande. La foto finalmente llegó a internet, pero, obviamente, el propietario nunca deseó venderlo. Poco tiempo después, en la revista Gangu Jinsei #2 de ese mismo año, dentro de un artículo dedicado a los Jumbo Machinders, apareció por primera vez una foto muy clara de este ejemplar de Garada K7.Una vez conocido el verdadero aspecto del Garada original, se conocieron las diferencias con el de UniFive. El Garada K7 de UniFive está fabricado en vinil suave y mide 20,5” pulgadas de altura. Tiene grandes diferencias con el original: es 2,5” pulgadas más alto, sus guadañas no están en el mismo ángulo, el mecanismo del pecho fue removido por completo y su aspecto en general no es tan intimidante, sino más bien hasta tierno (claro, todo lo tierno que puede ser un robot que tiene una calavera por cabeza y sus armas son dos guadañas). La única ventaja de esta figura es que, al ser tan diferente del original, el precio y la colectibilidad de este último no se vió afectada en lo más mínimo. No hay manera de confundirlos.

Apenas el segundo ejemplar de Garada fue encontrado en el año 2003, en un depósito de Bandai ubicado en Tochigi, cuando un grupo de trabajadores buscaban piezas para exhibir en el Museo Bandai. A pesar de esto, los empleados no estaban al tanto de la rareza de esta figura, y esta fue exhibida al publico colgada de un alambre en un balcón, sin ningún tipo de protección, al punto de que podía ser tocada por el público. Una vez que fueron informados de que tenían entre sus manos uno de los juguetes más raros del mundo, lo colocaron en una vitrina especial con los demás jumbos.
En 2005, el primer ejemplar de Garada, el que apareció en la revista Gangu Jinsei, fue vendido en el marco de una subasta privada organizada por la reconocida cadena de tiendas Mandarake, a un comprador anónimo en Japón. El precio alcanzado fue de 2.75 millones de yenes, aproximadamente 25.000 dólares americanos.

La aventura de Tom Franck
Muy pocas veces ocurre que las acciones de un coleccionista influyan profundamente en la historia de una pieza en particular. El caso de Tom Franck es uno de los más representativos. Tom Franck es uno de los mayores (si no el mayor) coleccionistas de robots a escala Jumbo Machinders de todo el mundo, y estuvo durante más de trece años buscando a Garada K7. Era tal la obsesión de Franck por conseguir a Garada, aunada a la dificultad de conseguirlo, que decidió fabricarlo él mismo. Partiendo de las pocas fotos existentes y con la gran ventaja de que Green Ghost C3 y Garada comparten los mismos brazos y piernas, Franck realizó sus propios moldes para de esta manera, tener un ejemplar de Garada K7 mucho más fiel al original que el de UniFive.
Pero todo cambió en el año 2006. En Japón, las subastas en línea están dominadas por Yahoo! Japan, y no por Ebay, como ocurre en Occidente. En una subasta de este portal, se ofrecía para la venta una extraña figura. El vendedor, al no conocer el nombre del personaje ni nada relativo a la figura, optó por colocar en el título de la subasta simplemente lo que ésta tenía grabado en un pie, la marca del fabricante (Popy) y el año, y comenzarla con un precio de 15.000 yenes. A pesar de estar la subasta publicada erróneamente, obtuvo más de 70 pujas, y terminó en 1.7 millones de yenes, aproximadamente 15.000 dólares americanos. El ganador de la subasta, luego de una serie de peripecias, fue Tom Franck, quien luego de trece años y siete viajes a Japón, finalmente lo había consiguió. Se convertía en el dueño de uno de los tres especimenes que se conocen, y el único fuera de Japón.La historia del origen de esta figura es la siguiente: Keiko Nakamoto, una señora japonesa habitante de la prefectura de Ishikawa, era una visitante asidua de ferias de antiguedades. Un día, en un mercado de las pulgas (mercado de los corotos, mercadillo, etc.) encontró un juguete extraño, y decidió comprarlo y ponerlo en subasta en Yahoo! Japan. Finalizada la subasta, y por pedido del ganador, la señora volvió al mercado a preguntarle al vendedor si recuerda donde lo consiguió. Lamentablemente, este no lo recuerda.

Una última curiosidad acerca de esta figura, es que uno de los ejemplares es destruido, literalmente volado en pedazos, en el comercial de promoción del Mazinger Z Jumbo, por lo que es conocido como “La película snuff de Garada”.

Toda la información e imágenes de este artículo son tomadas de:
http://www.toyboxdx.com
http://tomfranck.blogdrive.com
http://www.collectiondx.com
http://toybotstudios.blogspot.com
Revista Giant Robo, agosto de 2006

1 comentarios:

rod 8:17 AM  

jejeje gran historia y gran ZAZ por parte de bandai como no va a saber que ese robot valía tanto acaso no siguen sus propios productos xD esa es la diferencia de mattel bandai hasbro y casas verdaderamente especializadas en la colección de figuras como sideshow medicom o hot toys estoy seguro que en cualquier casa de Japón hay más de un robot la cuestión es que el dueño de esas casas lo sepan y no lo estén votando ahora mismo porque le estorba XD saludos

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