Cuando salieron a la venta las figuras de la película de Star Wars (ahora conocida como “A New Hope” o Episodio IV), correspondientes a la “ola” con cartón 20-back (20 figuras en la parte de atrás), traían una oferta promocionando un nuevo personaje que sería incluído hacia el final de la línea. Este desconocido personaje, que en la versión original de la trilogía no aparecería sino hasta la segunda película, recibía el nombre de Boba Fett, el cazarrecompensas. La publicidad en la parte de atrás de los cartones lo promocionaban como una figura que incluía un morral que disparaba un pequeño cohete. Por supuesto, la figura que aparece fotografiada era un prototipo hecho a mano, para ilustrar cómo podría ser el aspecto final de la figura.
La promoción “mail-in” de Kenner consistía en enviar los códigos de barras de 4 figuras, y en aproximadamente 6-9 semanas recibir la figura por correo. La promoción iba a durar desde enero hasta mayo de 1979. Todo iba bien, pero cuando llegaron las primeras figuras de Boba Fett, la gente se decepcionó muchísimo: la figura no disparaba el cohete que tanto promocionaban. Venía adherido, imposible de remover, al morral. ¿Qué había sucedido?La oscura y cruel razón involucra a otra empresa de juguetes, Mattel, y a la línea de juguetes basada en la serie de televisión Battlestar Galactica. Uno de los vehículos de esa línea, el Colonial Viper, incluía un disparador de misiles en su parte delantera. El 31 de diciembre de 1978, en Atlanta, el niño Robert Jeffrey Warren, de 4 años de edad, murió ahogado cuando accidentalmente el cohete, de 1 ¼ pulgadas, se disparó directo a su garganta. Mattel fue demandada por 14 millones de dólares por parte de los padres del niño. Se reportaron también heridas en por lo menos 10 niños más, por lo que Mattel, en enero de 1979, decidió recoger todos los juguetes del Colonial Viper que aún se encontraban en venta e iniciar un proceso de devolución de los 2 millones de unidades que ya se habían vendido. Para evitar cualquier contratiempo, el departamento legal de Kenner decidió, a última hora, remover el mecanismo disparador del morral de Boba Fett. Así nacía la figura más buscada, más cara y más importante no sólo de Star Wars, sino del mundo de las figuras de acción.
Existen dos versiones del RF Boba Fett, el J-slot y L-slot. Esto se refiere a la forma en la que esta fabricada la ranura en la que van el disparador y el resorte del cohete. Además, en cada versión los cohetes también son diferentes. Esto se debe a diferentes etapas en el diseño de la figura. Por lo general, las figuras con la ranura en L están sin pintar y no tienen impreso el copyright, mientras que las de la ranura en J, una mejora con respecto a las de la L, ya vienen pintadas y con el copyright estampado. Nunca fue comercializada ni producida ninguna figura de RF Boba Fett, mucho menos en blister, por la que todos los ejemplares vienen en estado “loose”, suelto. Lo que si se conoce es el cartón en el que iba ser empacado, exactamente igual al definitivo, pero con la advertencia de contener piezas pequeñas en la parte superior derecha del cartón.
Aproximadamente existen dos docenas de RF Boba Fett L-Slot y menos de 40 J-Slot, por lo que es una de las figuras más limitadas del mundo. Su precio no varía realmente entre una y otra versión, siendo ligeramente más cara la L-Slot. Actualmente, una figura de Rocket Firing Boba Fett, con su respectivo certificado de autenticidad, oscila entre los 12.000 y 15.000 dólares americanos. Debido a esto, también son muy comunes las estafas. Dado que la mayoría de las figuras J-Slot ya vienen pintadas y con el copyright impreso, es muy fácil modificar una figura común de Boba Fett y hacerla pasara por una Rocket Firing. Por si tienen pensado adquirir una de estas figuras (jejeje....), les recomiendo leer primero esta pequeña guía para identificar posibles fraudes.
Información e imágenes tomadas de:
http://theswca.com/
http://www.9holygrails.blogspot.com/
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